La región de Antofagasta es la principal fuente de ingresos del país. Sólo el años 2006, se logró un ahorro de cerca de cinco billones de pesos y según los economistas chilenos, con estas cifras se puede enfrentar con seguridad cualquier escenario futuro al estar el país "plenamente financiado" ya que, según afirmó, el gobierno tiene un presupuesto para cumplir compromisos efectuados a la comunidad.
Debido esto, nos podríamos imaginar que gran parte de nuestras ganancias podrían ir dirigidas hacía la región de origen del metal rojo, y no estamos tan perdidos, porque muchos de los cambios y renovaciones estructurales que ha recibido la región, se deben básicamente a los altos ingresos del cobre.
En un periodo de transición de una década, la minería ha logrado cambios significativos en la ciudad de Antofagasta, tanto en su estructura, cultura y la estabilidad laboral que privilegia a los ciudadanos.
A pesar de aquello, el descontento social sigue presente. En una encuesta realizada el año 2007, un considerable número de antofagastinos reclaman contra la distribución de fondos del gobierno, ya que no sienten que hayan cambios de gran importancia en las respectivas ciudades de la segunda región.
Los máximos reclamos que los ciudadanos expresan se deben a que Antofagasta es una de las ciudades más marcadas económicamente en sus dos sectores y que las máximas contribuciones que se han logrado, han sido para los sectores más acomodados y no para el sector norte, que aún cuenta con una alta cantidad de campamentos, tomas y situación de pobreza.
Lo que esta encuesta no refleja, es la ayuda indirecta que la minería genera en la ciudad. Con esto me refiero a la estabilidad laboral y los abundantes ingresos mensuales que muchas familias reciben en la región.
El dinero se escapa
Hace 16 años